Siempre tuve predilección por los sitios abandonados (sólo por los humanos conste, porque su historia nunca se deshace de ellos). Más aún cuando éstos pertenecieron a tu pasado. Ayer fui con Enma hasta alli, A Cañiza. Ya no recuerdo los años que pasaron desde la última vez que pisé este suelo. Aqui dejo unos rastros fotográficos...
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